Lo vivido la mañana del sábado en el Pabellón de los Remedios tiene difícil justificación pero fácil explicación.
Los juveniles del Ribeiro FC dieron una imagen patética, no por los jugadores que hasta allí fueron, sino por todo lo demás. Los chavales se comportaron con una educación exquisita. Ni un mal gesto, ni una palabra malsonante, ni al árbitro, contrarios y público, lo que les diferencia con las aptitudes de su directiva, dejándolos solos en momentos tan difíciles. La situación de este equipo es esperpéntica, de un equipo que se clasifica para jugar la fase final e intenta jugar los playoff de ascenso pasa a hacer el ridículo partido si y partido también.
El club decidió a principios de temporada apoyar ciegamente al equipo aficionado sin importar las consecuencias que podían derivar. Una vez se consumó la marcha de Tizón se rompió toda resistencia a cuidar la escuela de fútbol base, pero no se pudo llevar acabo al 100 por 100 hasta que Teté, entrenador del equipo juvenil, dimitió. En ese momento quedaron libres para liquidar el proyecto que tanto tiempo costó a ciertas personas construir. Pusieron a un entrenador que está por otras razones y se acabó lo que se daba.
Ellos, los directivos, no creyeron en ese proyecto nunca El sábado se dieron todas las circunstancias para comprobar el apoyo de la actual directiva: se jugaba el domingo por la mañana, por lo que coincidía con el partido del aficionado en el día, no en la hora y se tenia que madrugar, ya que el partido empezaba a las 10. El resultado fue contundente, 0 directivos, 1 entrenador, 1 colaborador y 12 jugadores (3 de ellos cadetes) fue la expedición del Ribeiro FC, y eso que se jugaba en Ourense capital; incluso se tuvo que llamar a alguno a última hora para que fuera a jugar, porque otros ya se habían borrado el viernes y otros jugaban con el aficionado (4, incluido el portero). Es cierto que el compromiso de los chavales no es el más óptimo pero también que el ambiente existente propicia estas situaciones. Entrenar el miércoles en San Cristóbal para juntarse con los aficionados, que vayan sólo 5 y que el viernes, que es cuando más gente va, entrenen sólo tres cuartos de hora, no ayuda. Si le añades que se han potenciado actitudes que antes se limitaban, tienes el resultado que pudimos comprobar el sábado.
Podía seguir comentando más cosas pero no merece la pena hurgar más en la herida. No obstante no puedo dejar de contar dos situaciones que podemos calificar de anecdóticas, pero que reflejan el desdén instalado en todos. Una se produce cuando un directivo en concreto va con el equipo y reparte cazadoras a los chavales del banquillo para que no pasen frío y cuando él no va los chavales no tienen ninguna prenda para abrigarse.
La otra se produjo el sábado en el partido contra el Pabellón C cuando pudimos comprobar que el capitán del equipo era un jugador que es cadete, lleva un año en el club y jugaba de portero (curiosamente el otro día en Verín jugó de defensa central). Quizás No sea muy importante quien es el capitán, pero es bueno guardar las formas para que se vea algo de seriedad, pero viendo lo que pasa no deja de ser pura anécdota.
Hoy es la última crónica o comentario que hago sobre el equipo juvenil. Creo que lo más importante ya está dicho y algunos chavales no se merecen que se siga hablando, sobre todo Carlos, Sergio, Izan, Rojo y Juanma, que el sábado dieron una lección de comportamiento, tragándose la bilis y evitando un bochorno mayor.
Sé que este blog no lo lee nadie, no hace falta que lo digan, ya lo sé yo, pero creo que es importante denunciarlo para que vean que hay gente que se preocupa Yo no estoy en la mejor a situación para revolver nada, ya que podrían interpretarlo mal, sólo quiero que se sepa para que no se caiga todo como un castillo de naipes. Por supuesto yo no lo deseo, todo lo contrario. Cuando me fui lo hice sin hacer ruido, sin mover nada, para que todo se mantuviera lo mejor posible, aunque sabía que iba a ser muy complicado que continuara igual o mejorara. También quiero dejar claro que me gustaría que el equipo de 2ª Regional se mantuviera este año y que pudieran hacer un proyecto que sirviera para que el equipo ascendiera donde debería estar, de hecho tengo una cena apostada con un entrenador de la categoría a que el equipo no desciende. Lo que no me gusta es cómo lo va a conseguir. Aplaudo el fichaje de Bruno, es de la zona, se inició en la Escuela, es joven y un gran jugador, lo que me gustaría es que trabajarán para potenciar el equipo con jugadores de las mismas características y dejar a los juveniles que compitan para conseguir los objetivos marcados en su categoría.